El Pladur puede parecer un soporte sencillo, pero en realidad es uno de los más delicados cuando hablamos de aplicar microcemento. Su comportamiento, su absorción y su estabilidad requieren un enfoque muy preciso para evitar problemas futuros y conseguir un acabado uniforme y de alta calidad. Es justo en este tipo de superficies donde se aprecia la diferencia entre un aplicador estándar y un verdadero profesional.
En el curso te mostramos cómo tratar correctamente el Pladur para transformarlo en una base totalmente apta y segura, con el mismo método que utilizan los aplicadores expertos. Sí puedo adelantarte que dominar esta preparación te permitirá afrontar paredes y techos con total confianza y obtener resultados impecables incluso en los soportes más sensibles.